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La meditación puede aumentar tu deseo sexual, acercarte a tu pareja y conducirte a mejores orgasmos.

A estas alturas, es probable que hayas escuchado todo acerca de los beneficios para la salud de la meditación: El mindfulness tiene el potencial de reducir el estrés y la ansiedad, aliviar el dolor y la fatiga, ayudarte a elegir alimentos más saludables, combatir el envejecimiento prematuro e incluso aumentar tu inmunidad.

Pero esas no son todas las ventajas: investigaciones recientes sugieren que la Mindfulness también puede mejorar tu vida sexual, ayudando con la satisfacción, aumentando la confianza y el deseo (e incluso la lubricación).

“Lo que estamos uniendo es la mente y el cuerpo: la respuesta física y sexual”, dice Cheryl Fraser, Ph.D., psicóloga clínica, terapeuta sexual y autora de El dormitorio de Buda. “La meditación es esencialmente la capacidad de enfocar nuestra atención, nuestra concentración y nuestra mente en cualquier objeto de meditación elegido, y el buen sexo está en tu cabeza”.

Pero, ¿qué significa la meditación sexual y cómo puedes usarla para, ya sabes, tener mejor sexo y más orgasmos?

Esto es lo que necesitas saber sobre la meditación sexual, según los expertos.

¿Qué es la meditación sexual, exactamente?

Primero, “meditación sexual” no es exactamente un término utilizado por expertos en el campo; a menudo se refieren al Mindfulness y la meditación de manera más amplia, estudiando cómo se aplican las prácticas al sexo. Dejando de lado la terminología, la idea se trata de llevar las habilidades de el Mindfulness a un contexto sexual, explica Lori Brotto, Ph.D., directora del Laboratorio de Salud Sexual de la Universidad de Columbia Británica y autora de Better Sex Through Mindfulness.

La meditación sexual puede referirse muchas cosas diferentes: puede ser simplemente una práctica general de Mindfulness o meditación, un enfoque más consciente del sexo mientras estás en el momento, ejercicios en pareja que tienen componentes sexuales y de Mindfulness, o un trabajo específico de mindfulness que podría tener un resultado específico durante el sexo.

¿Cuáles son los beneficios de la meditación sexual?

El Mindfulness y la meditación pueden ayudarte a cosechar grandes recompensas en el dormitorio, desde un mayor impulso sexual hasta mucho más placer.

Puedes obtener estos beneficios a través de la práctica de meditación sexual:

Experimentarás menos estrés

“El sexo es estresante para muchas personas”, dice Brotto, quien señala que esto es especialmente cierto si tiene dificultades sexuales, como sexo doloroso, inseguridades o problemas de comunicación. “Durante el sexo, todo tipo de preocupaciones pueden generar estrés, y eso se refleja en el sistema de respuesta del cuerpo”.

Cuando se activa esa respuesta de estrés, es mucho más difícil ponerse de humor. “Sabemos que cuando podemos manejar esta respuesta, es mucho más probable que experimentemos excitación”, dice Brotto. El Mindfulness disminuye el estrés de forma natural, ya que ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático. Esto, a su vez, equilibra el sistema nervioso simpático, que es responsable de tu respuesta al estrés. Como resultado, disfrutarás más el momento.

Te enfocarás en el presente

“Concéntrate intensamente en lo que estás haciendo” no es una instrucción profunda o complicada, admite Fraser. Pero cualquiera cuya mente haya vagado por los platos sucios o la tarea de los niños durante el sexo puede estar de acuerdo en que no siempre es el orden más fácil de seguir. “La meditación es la capacidad de enfocar la mente y somos realmente pésimos en eso”, continúa. “El enfoque meditativo hace que tus sentidos se enciendan.”

“El enfoque meditativo hace que tus sentidos se enciendan”

Aprender a concentrarse en el aquí y el ahora (un beso, un toque o cualquier otra sensación) puede ayudarte a estar más presente. “El sexo en sí puede ser una experiencia mejor, más caliente y más sensual”, dice Fraser, cuando puedes sintonizar a tu pareja acariciando su pierna o pasando un dedo por su cuello, puedes experimentar más intensidad. La meditación también puede aumentar la actividad en partes del cerebro relacionadas con la conciencia interoceptiva, o qué tan consciente eres de las diferentes partes del cuerpo, agrega Brotto.

Tu deseo sexual podría aumentar

La investigación concluye que la práctica de Mindfulness puede ayudar a aumentar el deseo sexual y hacerlo más receptivo a tener relaciones sexuales, explica Fraser: “Es más probable que tomes la iniciativa si estás practicando Mindfulness y aplicándolo a tu vida sexual”.

Esto no quiere decir que un poco de Om de repente te excite; más bien, la capacidad de prestar más atención a lo que está ocurriendo, puede fortalecer el impulso sexual. “Cuando las personas comienzan la práctica de Mindfulness, tienden a continuar con el tiempo porque están muy motivadas”, agrega Brotto.

Te sentirás más cerca de tu pareja

Sí, la meditación sexual puede ayudarte a disfrutar más de las sensaciones físicas durante el acto. Pero el sexo no se trata solo de lo físico. “La intimidad y la conexión con tu pareja también son muy importantes para muchos de nosotros”, dice Fraser.

Si puedes concentrarte en el momento presente, también estarás más consciente de la otra persona, lo que te permitirá volver a conectarte de una manera más significativa. en lugar de soñar despierto o pensar en qué alimentos necesitas comprar, por ejemplo, serás mucho más receptivo a la presencia de tu pareja, lo que conducirá a una mejor intimidad para todos.

Disfrutarás más del sexo

“Si puedes entrenar tu mente, crearas novedad, emoción y un tipo de conexión que generalmente solo hemos experimentado al principio de nuestra historia de amor”, dice Fraser. Eso significa que, en muchos sentidos, adiestrar tu mente a través de la meditación y el Mindfulness puedes recrear ese sentimiento de luna de miel que quizás no hayas sentido en mucho tiempo, inculcando una nueva sensación de emoción a tu vida sexual.

¿Cómo practicas la meditación sexual?

Puedes probar la meditación sexual con un compañero, por supuesto, pero también puede ser igual de útil hacerlo solo. Aquí te mostramos cómo comenzar tu propia práctica, según los expertos.

  1. Inicia una práctica simple y diaria de Mindfulness.

No puedes aplicar los principios de la meditación en el dormitorio sin practicar la meditación en primer lugar. “Abogo con mucha fuerza, ante todo, por una práctica general y estructurada de Mindfulness”, explica Brotto. Puedes probar una variedad de estilos de meditación. Las aplicaciones como Calm y Headspace también pueden ayudarte a comenzar. Desarrollarás las habilidades para concentrarte en tu respiración, permanecer en el momento y notar las sensaciones en tu cuerpo.

  1. Medita con tu pareja.

“Los ejercicios de Mindfulness se pueden hacer con un compañero y, a menudo, recomiendo hacerlos juntos”, recomienda Brotto. Ella, por lo general, sugiere sentarse o pararse espalda con espalda con tu pareja y hacer un escaneo corporal, para revisar mentalmente cómo se siente tu cuerpo de cabeza a los pies, observando cualquier parte que se sienta tensa o relajada. Luego, concéntrate en los puntos de contacto entre tú y tu pareja, centrándose en factores como la textura, la presión y la temperatura, cosas que también se puede detectar en los momentos sexuales, señala Brotto.

  1. Abre los ojos.

“Cerrar los ojos durante la meditación puede eliminar la distracción del campo visual”, dice Fraser. Pero la falta de contacto visual durante las relaciones sexuales puede impedir que nos conectemos con nuestra pareja. Para refinar esta habilidad, Fraser sugiere encontrar momentos en los que mantengas los ojos abiertos, como mirar por una ventana o contemplar una planta, observando sus diferentes partes. “Centrarse en algo hermoso cuando no estás en el dormitorio puede ayudarte a hacerlo cuando lo estás”, dice ella. En el momento, especialmente si te sientes atraído hacia otra parte, trata de mirar a los ojos de tu pareja para regresar al presente, recomienda Brotto.

  1. Prueba un ejercicio de contacto visual.

En un momento tranquilo durante el día, siéntate cara a cara con tu pareja y míralo a los ojos (o solo a un ojo, si puedes hacerlo) durante tres minutos completos, recomienda Fraser. Está bien reírse y sentirse incómodo, pero traten de no hablar. Puedes avanzar en el ejercicio besando con los ojos abiertos, concentrándote en las sensaciones. “Cuando se sientan más cómodos simplemente mirándose el uno al otro fuera de la habitación, debería ser más fácil hacerlo en el calor del momento, jugando con ese factor de conexión”, dice ella.

  1. Piensa en pensamientos sexys.

“Si notas que tu mente divaga durante el sexo, cambia el pensamiento por uno sexual”, recomienda Fraser. Aunque usar tu imaginación erótica para pensar en algo sexy no es exactamente estar en el momento, es algo que Fraser sugiere a menudo a las personas para ayudarlas a acercarse a la experiencia sexual en cuestión. “La distracción mental es el asesino número uno del deseo sexual, y este es un paso en la dirección correcta”, dice ella. Eventualmente, con la práctica, es posible que no necesites este puente; abandonarás el pensamiento para concentrarte en la intensidad del momento.

  1. Prueba una sesión de sexo lento.

En medio de las redes sociales y los factores estresantes constantes, es difícil ralentizar la mente. Es por eso que Fraser sugiere que las personas tengan relaciones sexuales realmente lentas de vez en cuando, o practiquen actividades sexuales más lentas. Su consejo: haz una sesión en la que una de las personas sea el ‘dador’ y la otra el ‘receptor’ y simplemente concéntrate en el contacto lento y erótico o la seducción. Entrenar tu mente y tu cuerpo para reducir la velocidad no solo puede mejorar el enfoque mental, sino también la curiosidad, ayudándote a darte cuenta de ciertos toques que quizás no sabías que te gustaban o sensaciones que no habías notado antes.

Fuente: www.prevention.com