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Hay diversas maneras de evitar o reducir el riesgo de las ITS:

1 – Abstinencia. La manera más efectiva de evitar las ITS es abstenerse de tener sexo.

2 – Mantener relaciones con una sola pareja que no esté infectada. Otra manera segura de evitar las ITS es mantener una pareja de largo plazo, mutuamente monógama, con alguien que no esté infectado.

3 -Vacunarse. Hacerlo temprano, antes de la exposición sexual. Las vacunas están disponibles para prevenir dos ITS virales que pueden producir cáncer: el virus papiloma humano (HPV) y la hepatitis B. La vacuna para el HPV es recomendada para todas las mujeres de entre 9 y 26 años, y las de la hepatitis B usualmente se les pone a los recién nacidos.

4 – Esperar y verificar. Evitar el contacto vaginal y anal con nuevas parejas hasta que ambos hayan sido examinados para ver si tienen alguna ITS. El sexo oral es menos riesgoso, pero conviene usar un preservativo de látex y protección bucal para prevenir contacto directo entre la mucosa genital y oral.

5 – Usar preservativos sistemáticamente y de manera correcta. Usar un nuevo condón de látex o protector bucal para cada acto sexual, sea este vaginal, oral o anal. Nunca usar un lubricante basado en aceite, como vaselina, con un condón de látex. Recordar que los métodos anticonceptivos que no son de barrera, como la píldora anticonceptiva o los dispositivos intrauterinos, no protegen contra las ITS.

6 – No tomar alcohol en exceso y no usar drogas. Si la persona está bajo su influencia, está más expuesta a tener riesgos sexuales.

7 – Evitar contactos sexuales anónimos y casuales. Evitar buscar parejas sexuales en Internet, en bares o en otros lugares de contactos casuales. No conocer a la pareja sexual aumenta el riesgo de exposición a una ITS.

8 – Tener comunicación. Antes de cualquier contacto sexual serio, comunicarse con la pareja acerca de practicar sexo seguro. Alcanzar un acuerdo explícito sobre qué actividades estarán bien y cuáles no.

9 – Considerar la circuncisión del hombre. Existe evidencia acerca de que la circuncisión puede ayudar a reducir el riesgo del hombre de adquirir VIH de una mujer infectada (transmisión heterosexual) en un 50 a 60 por ciento. La circuncisión del hombre podría también ayudar a prevenir la transmisión de VPH y herpes genital.