Quien ha venido a Miami en los últimos años o vive aquí será mi testigo ante lo que, a mi juicio, esta ciudad se ha convertido. Si antes éramos básicamente conocidos por la playa y las compras, en la actualidad este trocito de paraíso se ha convertido en justamente eso, un edén para los sibaritas (y los amantes de la cultura, pero eso quedará para otra nota). Cada nuevo integrante del mapa culinario local agrega un toque más de clase, creatividad y calidad a la ya existente impresionante lista de experiencias gastronómicas. Es probablemente esta la razón por la que el celebrado restaurador y “Gypsy Chef” David Myers ha decidido unirse a esta tendencia internacional.
Desde julio de este año, la ciudad mágica puede disfrutar de la creatividad y exquisitez de los platillos creados por este Chef Michelin en Adrift Mare. Ubicado en un bar y restaurante recientemente renovado, situado dentro del AKA Hotel en el edificio Brickell Arches, este lugar es un tributo al estilo de vida y la cocina de la costa mediterránea que el Gypsy Chef David Myers ha descubierto en sus viajes. Así como él comparte sus personales recuerdos de viaje e inspiración, el menú consiste en platos pequeños a grandes ideales para compartir.
Aunque el chef Myers declara que su inspiración proviene de los ingredientes y técnicas que ha encontrado en sus viajes por la región mediterránea y que el menú fue compuesto pensando en las cálidas noches de verano junto al mar, en mi visita sentí que esta se ajustaba perfectamente a lo que nuestra ciudad representa: un crisol de culturas y tradiciones gastronómicas en las que se pueden encontrar algunos de los mejores exponentes mundiales. Además, la increíble vista que rodea al comedor es una postal que puede inspirar a cualquiera, y es otra razón más por la cual vale la pena visitar este restaurante.
Entre los aperitivos que destacaron durante nuestra experiencia culinaria en el restaurante, los Parker Rolls caseros se llevaron gran parte de la atención. Servidos con una delicada crema de habas y una rica mantequilla de tahini, estos panes se distinguieron por su textura tierna y esponjosa. Honestamente, podríamos haber comido esos panes toda la noche, tal era su sabor inigualable.
Siguiendo con las delicias, probamos el hummus que se acompañaba con un pan plano peculiarmente endulzado con ajo fermentado y miel. Esta combinación resultó ser suave y aterciopelada, con el tradicional hummus aportando su sabor característico y el pan introduciendo un toque dulce y distintivo. A continuación, y aunque aparentemente sencillo, el platillo de burrata con tomates Heirloom nos sorprendió gratamente. Aderezado con un distintivo aceite de oliva ahumado y quinoa tostada, lo que realmente resaltó fue la frescura palpable de los tomates, que parecían recién cortados del huerto, y la quinoa que aportaba un toque crujiente, contrastando perfectamente con la suavidad de la burrata. Dentro de esta serie de manjares, no podemos dejar de mencionar las berenjenas crujientes, salpicadas con sal de limón y acompañadas de una salsa aioli de ajo asado. Estas grandes rodajas presentaban una capa exterior carbonizada que envolvía un interior suave y jugoso. Sin duda, este último fue mi favorito de la noche.
Entre los platos principales, el sabor del mar se destacó con los langostinos King, que eran realmente gigantes, a la parrilla. Marinados con ajo fermentado, chile fresno y un insinuante aceite de langosta, su sabor marino, intensificado por el toque de ajo y chile, resultó ser una delicia inolvidable. Este platillo ofreció una combinación de sabores y texturas que sin duda deleitó nuestro paladar. A esto le siguió el Prime Rib Eye, majestuosamente servido con una salsa chermoula de hierbas y un picante harissa de ajo. La carne, jugosa y tierna, se complementó perfectamente con las salsas, culminando nuestra experiencia culinaria de manera excepcional. Los acompañamos con un arroz con azafrán bañado en una salsa Gremolata y adornado con semillas de calabaza especiadas, una entretenida mezcla de sabores y texturas.
Complementando la experiencia culinaria en ADRIFT Mare, la carta de vinos se centra en destacados terroirs del Mediterráneo, abarcando desde el Mundo Antiguo de Grecia hasta gemas del Nuevo Mundo. Además, el programa de cócteles, supervisado por los reconocidos mixólogos Moe Aljaff y Juliette Larrouy, ofrece una variedad de bebidas artísticamente elaboradas que reflejan la esencia mediterránea. Los cócteles abrazan una estética minimalista pero audaz, y para los amantes de lo tradicional, también se ofrecen clásicos eternos como el Old Fashioned y el Negroni. Sin duda, cada detalle en ADRIFT Mare está diseñado para proporcionar una experiencia gastronómica inolvidable, haciendo de cada visita un deleite para los sentidos.
Joanna Wurmann, Editora y Corresponsal en Miami, Mujer y Punto.
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ADRIFT Mare, 1395 Brickell Avenue en el piso 25 del Hotel AKA Brickell www.adriftmare.com;
