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Por Joanna Wurmann

Cómo limpiar tu vagina puede ser un tema complicado.  Lo más probable es que hayas leído o escuchado cientos de consejos o anuncios de lavados vaginales, sprays, desodorantes y toallitas costosos (porque… ¿Qué más mantendría a flote una industria de 2 mil millones de dólares?).

El mensaje que rodea a estos productos es bastante dañino, ya que perpetúa la idea de que las vaginas son sucias. Esto podría hacer que te sientas cohibida respecto a tu olor natural y también que te excedas en la limpieza en busca de frescura, incluso si eso significa descuidar tu salud vaginal.

Afortunadamente, para ti y tu economía, tu vagina se limpia por sí misma y tu vulva solo requiere un lavado suave. (Y si necesitas un recordatorio rápido: tu vagina es parte de tu genitalia interna y tu vulva es la parte externa, es decir, los labios exteriores donde crece el vello). Así que desecha tus jabones con aroma a flores y prepárate para mantenerlo simple: aquí está como realmente limpiar tu vagina:

¿La mejor manera de limpiar tu vagina? ¡No lo hagas!

No hay necesidad de preocuparte si tu vagina tiene un olor natural, ¡porque las vaginas lo tienen! Tu sudor y los fluidos que acompañan al sexo, tu periodo y las idas al baño pueden crear una mezcla de olores, y eso es totalmente normal.

Tu vagina libera regularmente una mezcla de moco, fluido y células, lo que probablemente conoces como flujo vaginal. Gracias a esta sustancia, no es necesario hacer nada sofisticado para lavar tu vagina. Éste ayuda a tu vagina a limpiarse y mantener su nivel de pH normal (entre 3.8 y 5.0, un ambiente bastante ácido que mata bacterias dañinas). Lavarte la vagina con jabón, por otro lado, puede eliminar las bacterias beneficiosas (conocidas como Lactobacilos) que ayudan a mantener su pH ácido. Y cuando tu pH se desequilibra, puede llevar a olores que no son normales, molestias y otros síntomas desagradables.

Los productos de higiene femenina no ayudarán en este caso. Usar lo que se comercializa como “lavados femeninos” solo puede alterar aún más tu pH, abriendo la puerta a infecciones como la vaginosis bacteriana (VB), que es causada por un crecimiento excesivo de bacterias que pueden provocar ardor al orinar; flujo gris, blanco o verde; y un olor vaginal “ha pescado”.

Los especialistas son categóricos al recomendar no usar duchas vaginales o baños de vapor en tu vagina, no importa lo que esté ocurriendo con ella. Las duchas vaginales (por ejemplo, enjuagar tu vagina con líquidos que pueden contener vinagre, yodo o bicarbonato de sodio) y los baños de vapor vaginal (cuando te agachas sobre chorros de vapor) pueden llevar a VB, enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) e infecciones por hongos, entre otros problemas. Evita también esas toallitas de higiene femenina que puedes encontrar en la mayoría de las farmacias, ya que pueden contener una multitud de ingredientes que pueden irritar tu piel, además de interferir con tu vagina de las maneras antes mencionadas.

Puedes limpiar tu vulva, solo sé gentil.

Bueno, ahora ya sabes que debes mantenerte alejada del jabón y los productos como las duchas. Entonces, ¿qué debes usar para refrescarte? Según los expertos, “Lo mejor para limpiar [tu vulva] es solo agua. Cada vez que usas cualquier jabón o algo más, existe la posibilidad de causar irritación”.

Pero si aun después de leer esta nota aún quieres usar algo más, Opta por productos sin aromas o perfumes. Se sugiere de todas maneras que “limites el uso de cualquier limpiador… a unas pocas veces a la semana y uses agua la mayoría del tiempo.”  Lo que sí te recomendamos que prestes especial atención a cómo afectan éstos a tu piel. Si un limpiador hace que tu vulva arda, deja de usarlo de inmediato y vuelve solo al agua.

Con la ayuda de los expertos, aquí tienes una guía paso a paso para limpiar tu vulva:

Lava suavemente con agua tibia. Primero, usa tus dedos para separar tus labios y lavar cualquier residuo o esmegma, una acumulación de aceites y células de la piel que generalmente aparece blanca o amarilla, de los labios. Retira suavemente el capuchón del clítoris y usa las yemas de tus dedos para limpiar suavemente y lavar el esmegma del interior de los labios. También puedes usar una toallita, ¡pero asegúrate de que sea suave!

Enjuaga bien. Enjuaga bien toda el área vaginal. Está bien usar una ducha si lo prefieres.

Seca todo. Usa una toalla limpia para secar (¡no frotar!) tu vulva. También puedes dejar que se seque al aire.

Consejos adicionales de limpieza para tu día a día: Cuando se trata de las áreas alrededor de tu vagina, como el vello púbico, limpiar con agua sigue siendo tu mejor opción. “Por lo general, dejar que el agua jabonosa baje desde el lavado del resto del cuerpo es suficiente para limpiar el vello púbico”, dicen los expertos.

¿Qué hay de limpiar después del sexo?
Una vez que hayas terminado, siéntete libre de disfrutar de tu alegría postcoital, en lugar de apresurarte a la ducha: de nuevo, tu flujo natural elimina los fluidos corporales, por lo que no necesitas hacer nada especial para lavar el interior de tu vagina después de tener sexo. (Aunque puedes lavar lubricante o semen de tu vulva si lo deseas, solo sigue los consejos anteriores). Lo que sí, la mayoría de los especialistas recomiendan orinar después del sexo como forma natural de limpieza.

Para mantener tu vulva limpia durante tu periodo, cambia tus toallas y tampones regularmente (cada cuatro a ocho horas), porque las bacterias son muy aficionadas a los ambientes oscuros y húmedos… como tu vagina. (Las copas menstruales duran un poco más, hasta 12 horas). Usa ropa interior de algodón y ropa transpirable para que la humedad y el calor no queden atrapados. (Puede sorprenderte, pero los tangas están totalmente bien aquí, también: las investigaciones muestran que no aumentan tu riesgo de una infección vaginal).

Si te has limpiado y las cosas aún huelen mal o se sienten mal: Es hora de ver a tu médico.
Cuando te hayas lavado con agua (y posiblemente un limpiador sin perfume), y tu vagina todavía se sienta irritada o huela rara durante más de unos días, busca ayuda de un profesional médico. Molestias, olores inusuales o flujo con un color o textura extraños podrían ser señal de una infección por hongos o una infección de transmisión sexual (ITS). La buena noticia es que en la mayoría de los casos, los antibióticos, los antifúngicos u otros medicamentos recetados pueden ser todo lo que necesitas para sentirte mejor, pero un ginecólogo puede indicarte cuáles son los siguientes pasos correctos según lo que estés experimentando.

Si no estás lidiando con síntomas que te estresen: Recuerda que tu vagina no necesita oler a “lila de primavera” o “esencia de pepino limpio”. Simplemente, quédate con el agua y deja que tu cuerpo se encargue del resto por sí mismo.

Fuente: www.self.com

Joanna Wurmann, Editora y Corresponsal en Miami, Mujer y Punto.
Para más sígueme en @miamibyjoey