El desodorante, por poco atractivo y glamuroso que pueda parecer, es un cierto rito de iniciación. El aumento de hormonas en la adolescencia trae consigo muchos cambios en el cuerpo, siendo el mal olor de las axilas uno de los más notorios, junto con el crecimiento del vello corporal y otros efectos no tan deseados de la pubertad. Esa primera aplicación es una declaración: Soy, o al menos mi cuerpo es, un adulto.
A menudo, se usan indistintamente los términos desodorante y antitranspirante (o, más comúnmente, ambos se llaman desodorante), pero en realidad son dos productos diferentes. Ambos reducen el mal olor, pero los antitranspirantes también inhiben la formación de sudor (y minimizan la humedad en las axilas) a través de sales de aluminio y, por lo tanto, se clasifican como medicamentos de venta libre regulados por la FDA. Es decir, los desodorantes usan fragancia para enmascarar el olor, mientras que los antitranspirantes usan compuestos a base de aluminio para obstruir las glándulas sudoríparas. Y aunque los antitranspirantes también pueden tener fragancia, no se basan en ella.
Con esto en mente, lo que deberías usar en tus axilas, o más específicamente, lo que no deberías usar, ha sido un tema polémico durante años. Hoy en día, parece que “sin aluminio” y “todo natural” son insignias de honor que los desodorantes lucen como una estrella dorada. Mientras tanto, las afirmaciones sobre toxicidad y supuestos vínculos con el cáncer de mama y la enfermedad de Alzheimer, junto con montones de desinformación y marketing de “lo natural es mejor”, han hecho que los antitranspirantes sean menos deseables. Tanto es así que estos productos, con aluminio y todo, se han convertido en villanos.
¿Pero es realmente mejor sin aluminio? ¿Cuál es el problema con el aluminio? Las respuestas no son tan sencillas. Sigue leyendo para saber todo sobre el gran debate del desodorante.
¿De dónde surge la creencia de que los desodorantes sin aluminio son mejores?
Los expertos no están completamente seguros de dónde proviene la idea de que el desodorante sin aluminio es mejor que las versiones clásicas. Después de todo, el aluminio es un elemento bastante común que encontramos naturalmente todos los días.
Muchos creen que el aluminio bloquea la excreción natural de toxinas y, por lo tanto, aumenta la preocupación por el sobrecalentamiento, aunque esto ha sido refutado en varios niveles.
También hay estudios en animales que han informado que el aluminio podría afectar los niveles hormonales porque puede imitar el estrógeno. Dado estos resultados, habría un vínculo directo (aunque completamente no probado) con la preocupación de que el aluminio pueda aumentar el riesgo de cánceres de mama sensibles al estrógeno.
También existe el temor de que el aluminio pueda causar toxicidad si se absorbe en el cuerpo. Sin embargo, sabemos que las concentraciones reales necesarias para que esto ocurra son mucho más altas que lo que se absorbe a través de la aplicación de antitranspirantes durante toda la vida.
Por supuesto, está el viejo mito de evitar los químicos. Pero eso puede ser rápidamente refutado. Ya que los químicos son parte de nuestra vida cotidiana y , por otro lado, el aluminio está presente en aditivos alimentarios, utensilios de cocina, nuestro suministro de agua e incluso en productos de higiene personal como los antitranspirantes.
Por otra parte, hay algunos estudios en animales que vinculan la enfermedad de Alzheimer con metales, incluido el cloruro de aluminio. Ésto junto con el posible vínculo con el cáncer de mama, han sido los factores determinantes en la caída de los antitranspirantes a base de aluminio.
Y, lo creas o no, un correo electrónico en cadena de hace casi 40 años tiene la culpa (al menos parcialmente) de este mito urbano. Debido a éste, la creencia se volvió viral y las empresas que intentaban vender alternativas naturales han hecho poco para desmentir la desinformación.
Si buscas en línea, podrás encontrar afirmaciones que respaldan prácticamente cualquier cosa, pero eso no significa que sea cierto.
Entonces, ¿los desodorantes sin aluminio son realmente más seguros que los antitranspirantes?
A pesar de todo el marketing y la confusión que sugiere lo contrario, la respuesta es no.
Especialmente dado el hecho de que no ha habido estudios que muestren una causa directa entre el Alzheimer o el cáncer de mama y los antitranspirantes que contienen aluminio. Recuerda, correlación y causación son cosas muy diferentes. Mientras que la causación implica que una cosa causa otra, la correlación simplemente se refiere a una relación donde dos cosas se relacionan entre sí. Y aunque ha habido investigaciones que muestran una posible correlación entre el Alzheimer o el cáncer de mama y los antitranspirantes que contienen aluminio, uno no causa al otro, sino que otro factor está en juego que causa ambos.
Y no es solo que estos estudios de causación no existen porque no se han hecho, además varias investigaciones en humanos a gran escala no han encontrado ninguna asociación entre la exposición regular al aluminio (como la que obtendrías de un antitranspirante) y problemas de salud como el cáncer de mama y la enfermedad de Alzheimer.
En cuanto a esos estudios en animales, es importante recordar que, a menudo, no podemos extrapolar sus hallazgos a los seres humanas.
En realidad, existen ciertos problemas potenciales con las fórmulas que se etiquetan como “naturales”. Los desodorantes naturales sin aluminio no siempre son más seguros, sobre todo porque los ingredientes naturales no están regulados y pueden diferir según la formulación
¿Qué fórmula es mejor para enmascarar el olor?
Generalmente se acepta que los antitranspirantes a base de aluminio son más efectivos para controlar el olor, incluso con el porcentaje más bajo, que las formulaciones naturales.
Una razón es su capacidad antitranspirante. El mal olor de las axilas suele ser secundario a una multitud de factores, incluida la sudoración excesiva, el crecimiento excesivo de microorganismos en el área debido a la humedad y la oscuridad, y diversas influencias hormonales. Los antitranspirantes que contienen aluminio disminuyen la sudoración de una manera que las fórmulas naturales simplemente no pueden, evitando un ambiente húmedo propicio para el crecimiento de bacterias y hongos y, por lo tanto, posiblemente reduciendo el olor.
Para niveles preocupantes a nivel médico de mal olor en las axilas, hay fórmulas de prescripción disponibles con contenidos incluso más altos de aluminio.
¿Quién debería usar desodorante sin aluminio en lugar de antitranspirante?
Es importante destacar que los desodorantes naturales sin aluminio no son perjudiciales. De hecho, han ganado mucha popularidad en las últimas décadas y las versiones actuales son aún más efectivas en combatir el olor que las anteriores.
Por otro lado, si alguien no suda mucho y no tiene un olor particularmente fuerte, las fórmulas sin aluminio pueden ser preferibles. Después de todo, la exposición a varios químicos, como el aluminio, con el tiempo puede ser tóxica para la salud, y aunque la cantidad absorbida a través de los antitranspirantes no es suficiente para alcanzar esos niveles tóxicos, un desodorante sin aluminio ciertamente no hace daño.
La elección entre desodorantes sin aluminio y aquellos que lo contienen no es sencilla. Los desodorantes naturales pueden tener ingredientes no regulados, fragancias y aceites esenciales que podrían causar irritación. Aunque el aluminio se considera seguro en las áreas aplicadas, también puede provocar irritaciones. Si tienes preocupaciones o dudas, es recomendable consultar a un especialista
Al igual que muchas decisiones en la vida, elegir un desodorante puede ser complejo. Sin embargo, hay quienes, sin complicarse la vida, simplemente eligen lo que les agrada.
Inspiración:www.thezoereport.com
