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Por Joanna Wurmann

¿Te has sentido insegura a lo largo de tu vida? ¿Constantemente fingiendo? ¿Con baja autoestima y dificultades para confiar en los demás? Si te ves reflejada en estas situaciones, no estás sola. Estos son síntomas de lo que los psicólogos llaman un estilo de apego ansioso. Se estima que 1 de cada 5 adultas lo experimenta en sus relaciones.

Si eres soltera, quizás te identifiques con esto: las citas ocupan casi toda tu mente. Has intentado encontrar intimidad, pero no logras hacer la conexión adecuada, a pesar de tener mucho a tu favor. Intentas ejercitarte, viajar, leer, aprender a tocar un instrumento, vestir bien, trabajar en ti misma y asistir a reuniones sociales, todo con la esperanza de que algún día finalmente seas suficiente. Sin embargo, parece que la mayoría no lo ve así. Puedes recibir cumplidos, pero no sientes que hayas avanzado mucho. Y cuando finalmente conectas con alguien, simplemente no se siente bien. Tal vez sigues en contacto con tus ex, o no logras superarlos completamente. Si nunca has tenido una relación, puedes sentir que nunca encontrarás el amor.

Si estás en una relación, puede que te levantes y revises tu teléfono esperando un mensaje de tu pareja. Si no ves un texto amoroso, te sientes extraña y ansiosa, a veces incluso resentida. Piensas constantemente en tu pareja, pero no sabes si tú ocupas sus pensamientos. Esperas que algún día finalmente vean tu valor y te deseen tanto como tú a ellos, pero eso nunca ocurre. Te encuentras persiguiéndolos mientras ellos se distancian. La intensa intimidad que tuvieron al principio de la relación parece desvanecerse día a día. Estás con alguien, pero te sientes sola e insegura. Intentan satisfacer tus necesidades, pero nunca es suficiente. Piensas constantemente en alejarte o terminar la relación. Tu orgullo está herido. Te sientes atrapada y sin salida.

Este estilo suele originarse en la infancia y, aunque rara vez es culpa nuestra, parece tomar el control de nuestras vidas. El apego ansioso nos lleva a obsesionarnos por si alguien nos desea, nos escribe mensajes o simplemente piensa en nosotras. Y cuando esto no sucede, nos resentimos, nos retraemos y los sentimientos negativos nos paralizan, impidiéndonos funcionar en la vida cotidiana.

Pero hay buenas noticias: es posible sanar y desarrollar un apego seguro.

Ahora, déjame guiarte un poco más en este camino de sanación. Reconocer los signos es el primer paso para arreglar un estilo de apego ansioso. Podemos identificar ciertos patrones:

  • Sentir un intenso malestar emocional al pensar en estar sola
  • ser co-dependiente poniendo por delante las necesidades de otros sobre las propias,
  • tener baja autoestima,
  • temor al abandono,
  • necesidad de validación externa,
  • sentirse indigna de amor propio o ajeno,
  • albergar emociones negativas como celos y desconfianza,
  • ser extremadamente sensible a las emociones de otros
  • Preocupación constante por las relaciones.

¿Te suena familiar? No te preocupes, hay formas de transformar estas experiencias negativas en positivas y seguras.

El primer paso para reparar un estilo de apego ansioso es reconocer estas señales. John Bowlby, un psicoanalista británico, identificó tres estilos de apego: seguro, ansioso y evitativo. Entender la teoría del apego y reconocer los signos nos ayuda a transformar experiencias negativas en relaciones positivas y seguras.

Paso 1: Reconocer las señales y entender la teoría del apego

Identificar los signos de un apego ansioso es crucial. Las personas con este estilo suelen experimentar una gran ansiedad ante la idea de estar solas, dependencia emocional extrema, y una necesidad constante de validación y aseguramiento por parte de sus parejas. También pueden tener baja autoestima, temor al rechazo y sentirse indignas de amor. Comprender que estos comportamientos pueden originarse en las primeras relaciones con cuidadores durante la infancia te ayudará a iniciar el camino hacia la sanación. Además, conocer los diferentes estilos de apego (seguro, ansioso y evitativo) te permitirá entender mejor tus propias tendencias relacionales y cómo éstas impactan tus relaciones actuales.

Paso 2: Aprender de otros con un apego seguro

Observar y aprender de aquellos con un estilo de apego seguro es sumamente enriquecedor. Estas personas suelen manejar sus relaciones con una mezcla saludable de independencia y cercanía emocional, respetando sus necesidades y las de sus parejas. Interactuar con ellas y observar cómo manejan conflictos, cómo se comunican y cómo expresan sus necesidades y límites puede ofrecerte valiosas lecciones para aplicar en tus propias relaciones. Por otro lado, aprender a establecer límites saludables y a decir “no” son habilidades clave que se pueden desarrollar a través de este aprendizaje.

Paso 3: Mejorar tu autoestima

Fortalecer la autoestima es un pilar fundamental en la superación del apego ansioso. Esto implica trabajar en reconocer y valorar tus cualidades, logros y fortalezas. Practicar la autoaceptación y el amor propio, enfocarte en tus logros y habilidades, y evitar compararte con los demás son pasos importantes. Además, participar en actividades que te hagan sentir competente y valiosa, como hobbies o voluntariado, puede mejorar significativamente tu percepción sobre ti mismo.

Paso 4: Aprender a no reaccionar usando autorregulación y atención plena

El desarrollo de habilidades de autorregulación y la práctica de la atención plena son esenciales para manejar la ansiedad y las emociones intensas típicas del apego ansioso. Esto incluye técnicas de respiración, meditación y otras prácticas de mindfulness que te ayuden a permanecer centrado en el presente y a manejar las emociones de manera constructiva. Aprender a identificar y manejar tus desencadenantes emocionales antes de que provoquen una reacción puede ayudarte a mantener la calma y la claridad en situaciones estresantes.

Paso 5: Terapia

Buscar apoyo terapéutico puede ser un paso crucial para trabajar en el apego ansioso. Un terapeuta puede ayudarte a identificar y entender tus patrones de apego, además de proporcionarte estrategias para desarrollar un estilo de apego más seguro. Las terapias pueden incluir enfoques cognitivo-conductuales para cambiar patrones de pensamiento negativos, terapias enfocadas en las emociones para mejorar la regulación emocional, y terapias interpersonales para mejorar las habilidades de comunicación y relación. Además, la terapia puede ofrecer un espacio seguro para explorar y sanar traumas y experiencias pasadas que pueden estar influyendo en tus relaciones actuales. Este proceso terapéutico puede ser clave para entender cómo tus experiencias pasadas afectan tus emociones y comportamientos en el presente, y para desarrollar nuevas formas de relacionarte de manera más saludable y segura.

Joanna Wurmann, Corresponsal Miami, Mujer y Punto.
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