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Por estos días, afortunadamente, las prendas cómodas se han convertido en tendencia y la aceptación instantánea de las prendas jogger y de los inmortales chalecos para acompañar diferentes looks, así lo demuestra. Vestir con comodidad es esencial para sentir confianza y moverse con seguridad.

El estilo casual valora la indumentaria práctica sin descuidar las tendencias actuales; la ropa holgada otorga confort, y el chaleco es una de las prendas que no dejan de usarse, y que, temporada tras temporada, se adapta a los vaivenes de la moda sin dejar de ser confortable y estéticamente elegante.

Chalecos, clásicos que se renuevan

El chaleco sin mangas mujer, es una prenda básica y atemporal que combina con cualquier outfit diario o con vestimentas algo más clásicas. Se trata de una prenda versátil que se fue adaptando a numerosas situaciones y estilos. Vivió su auge allá por los años 60 con la moda popularizada por los hippies y actualmente se diseña con gran variedad de estilos y materiales, que lo declaran un básico indiscutido de cualquier época del año y ante cualquier circunstancia.

Durante mucho tiempo los chalecos se asociaron con la indumentaria masculina, pero, hoy por hoy, han ganado protagonismo en los guardarropas femeninos y parecen no querer irse. Las diferentes variedades se adaptan a los distintos tipos de vestimenta; hay chalecos de punto, reversibles, bordados, matelaseados, de plumas, lisos, largos o cortos, abotonados y abiertos.

En cualquier estación del año

El chaleco es una prenda de origen francés, que se popularizó en Inglaterra de la mano del rey Carlos II, y llegó hasta nuestros días, evolucionando en diferentes versiones. Absolutamente maleable, se puede usar tanto en las estaciones cálidas cuando refresca por las noches o por las mañanas, como en los inviernos más crudos protegiendo el torso y manteniendo el cuerpo a una temperatura adecuada.

El chaleco tradicional debe estar media pulgada por debajo de la cintura, pero, la tendencia actual, sugiere optar por los chalecos largos que otorgan mayor elegancia y esbeltez.

Un chaleco largo mujer es el complemento perfecto para un conjunto primaveral; puede estar confeccionado en cuero ecológico, con cierres, bolsillo y capucha. También, simplemente, se puede llevar un chaleco largo de punto, más clásico y sobrio, pero siempre elegante y glamoroso.

Vestir de negro 

En el mundo de la moda, el color negro es sinónimo de elegancia y sobriedad. Transmite sofisticación y se lo suele usar para la noche y para las ocasiones más formales. Un chaleco negro mujer, estilo sastre, es ideal para acompañar pantalones rectos, polleras amplias o vestidos estampados con flores; es el “reemplazo” del blazer en los días más calurosos y forma parte de los detalles que añaden personalidad y distinción.

Versión clásica

Un sweater sin mangas mujer, es la versión clásica de los chalecos actuales. Se puede lucir sobre una camisa o sobre una remera de manga larga, y combinar con un pantalón de vestir o un jean recto. Se obtiene un outfit excelente para ir a la oficina durante los inestables días de primavera y otoño. También puede llevarse por debajo de los suéteres más gruesos durante los días más fríos, cuando parece que nada alcanza para abrigarnos.

Bienvenidas las ropas holgadas

En moda, el concepto Jogger es sinónimo de comodidad y versatilidad. Se trata de la confección de prendas que no se ajustan al cuerpo y que resultan ideales para cualquier edad. Están diseñadas en diferentes tejidos, aunque las más conocidas son las de algodón. Con un pantalón jogger mujer, los movimientos son más cómodos y flexibles; y se puede usar tanto para practicar actividad física diaria, como para las tareas cotidianas y las salidas.

Pantalón jogger, tendencia absoluta

Los pantalones jogger, son sumamente prácticos; tienen una cintura ajustable, por lo general mediante un cordón, y llevan los bajos terminados en un puño elástico que se ajusta a los tobillos. Los tonos que más se usan para un jogger mujer, son los neutros y atemporales, como el gris, el negro, el beige y el blanco.

Incomparable versatilidad

La versatilidad de los pantalones jogger es incomparable. Básicos y con un aire deportivo, en cualquier color que se usen, combinan a la perfección con los buzos jogger mujer, oversize, de estilo canguro y con capucha, logrando un look urbano y por demás actual.

Jean, siempre presente

La evolución constante de las prendas jogger, ha llevado, también, a confeccionar jeans jogger mujer, confirmando que el denim, tejido resistente y atemporal, se fue adaptando a todos los vaivenes de la moda y que nunca ha dejado de brillar y de postularse como el rey absoluto de todas las tendencias.

Diversidad de telas

Su nombre deriva de la palabra inglesa “jog”, que significa trotar. Los primeros modelos fueron diseñados en algodón y pensados para hacer actividad física, pero pronto se convirtieron en una prenda diaria. Hoy ya se fabrican en lino, denim, gabardina y chill, permitiendo jugar con diferentes estilos de vestimenta. En cuanto al calzado, lo más común es combinarlos con zapatillas urbanas o deportivas. También con mocasines o con botas de caña corta, dado que otorgan una apariencia absolutamente descontracturada, urbana y casual.

Beneficios de usar ropa holgada

La moda oversize se trasladó a todas las prendas y ha sido ampliamente aceptada. No solo aporta comodidad y sensación de libertad de movimientos, sino que es incomparable por su diversidad y por los beneficios saludables que añade a nuestra vida cotidiana: al no llevar ropas ceñidas, se ven favorecidas la circulación y la digestión; la piel transpira sin dificultad y no se irrita ni se seca; y el organismo elimina con mayor facilidad las toxinas. Mejora notablemente, además, nuestra salud cardiovascular.

Cada cuerpo es diferente y la ropa también colabora con nuestro bienestar físico y emocional. Estar vestidos a gusto nos otorga seguridad y confianza; no sentirnos ajustados y poder movernos con naturalidad, le juega a favor a nuestro organismo y nos dibuja una sonrisa.